lunes, septiembre 04, 2006

Es un anagrama, Ciro: odio, oído

(Le presentamos la versión escrita de la intervención del periodista Federico Arreola, en el ejercicio clínica psicoanalítica: Psicopatología de la política cotidiana, viernes 25 de agosto del 2006, en Guadalajara)

Es un anagrama, Ciro: odio, oído
farreola@milenio.com

El viernes, cuando se supo que Plutón ya no es planeta, varios columnistas de distintos diarios contaron el mismo chiste: “Exigimos un recuento planeta por planeta”. Son tan obvios, ¿no les dará vergüenza? Desde el 2 de julio casi todos los periodistas opinan lo mismo en prensa, radio y televisión: “López Obrador es un mesiánico y un loco; Calderón ganó a la buena, dejen de molestar”. Mi amigo Revueltas es un buen ejemplo de ello.Pero el mundo feliz no existe. Si a esos periodistas los felicitan los de arriba, los de abajo los desprecian. También el viernes, Ciro Gómez Leyva, un periodista profesional y honesto, lamentó las agresiones contra los comunicadores en un texto titulado “Odio”. Dijo que lo importante no son las amenazas ni los adjetivos arteros ni las mentiras: “Lo notable es el odio”. Buscando una explicación, Ciro recurrió a Lorenzo Meyer: “Para los que observan el país desde arriba, la parte de abajo resulta políticamente incomprensible, porque siguen a un ‘líder mesiánico’ o porque ‘se volvieron locos’. Y para los que ven desde abajo, todo lo de arriba es inaceptable, porque es el espacio de los ‘corruptos sin llenaderas’”. Ciro se ha preguntado si algún día remontaremos el odio. De eso se trata, para eso resistimos. Es que, para dejar de odiar al ladrón, ayudará quitarle lo que ha robado.Por lo demás, le cuento a Ciro lo que dijo el viernes el sicoanalista Alberto Sladogna en Guadalajara: odio es un anagrama de oído. Odio por lo oído. Lo oído en tantos medios que han tomado partido tan abiertamente por los de arriba.

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