martes, septiembre 12, 2006

Aportaciones para una psicopatología de la vida política cotidiana: del "error humano" a la transmisión del fraude

(Se presenta aquí el texto escrito de l intervención de J. Ulises Valdez Ruiz, en la Jornada: Psicopatología de la vida política cotidiana, efectuada el 25 de agosto del 2006, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco)

APORTACIONES PARA UNA PSICOPATOLOGÍA DE LA VIDA POLÍTICA COTIDIANA: DEL “ERROR HUMANO” A LA TRANSMISIÓN DEL FRAUDE.

La pasada contienda electoral en el país es una verdadera lección política para todos los mexicanos. Se convirtió en un fenómeno social a estudiar, analizar y debatir para obtener múltiples conclusiones importantes. Sería muy complejo hacer y elegir una lista de temas y problemas afectados por este intento fallido de ejercicio democrático. Sin embargo, esta tarea se impone, no sólo, para quienes nos asumimos como intelectuales interesados en el pensamiento; sino también para quienes buscamos verdaderos cambios que transformen este país.
Uno de los primeros temas que convendría señalar para iniciar esta charla, es la gran carencia, observable en ésta ciudad, de una reflexión y una discusión política permeable a todo el conjunto social. Es la falta de una discusión amplia, rica en razonamientos y motivaciones con argumentos profundos y creativos. Que puede ser posible darse en todos o la mayoría de los sectores integrantes de la sociedad y con el espíritu de involucrarse en ella, con libertad y sin tapujos. Bueno, ello no ha sido factible. Es más, es considerado “peligroso” para ciertos sectores, que les conviene conservar esta laguna fundamental. Entonces encontramos así, escasos razonamientos y cortos argumentos para definir posiciones políticas; y observamos también que estas exiguas explicaciones provienen o son extraídas de fuentes que minimizan los hechos, los encubren y los manipulan. Es el papel de la televisión y sus intelectuales pagados para tal fin.
La pobreza en las ideas políticas que los medios producen –principalmente televisión y radio-, contribuyen a la “Psicopatología de la vida política cotidiana.” Que se manifiesta en el “estado de cosas” que ahora vivimos y que hace que amplios sectores de la población hallan aprobado el Fraude y desaprueben las acciones de resistencia civil contra éste. .
En Jalisco la votación fue mayoritaria para el PAN. ¿Por qué votaron tantos jaliscienses por Calderón? Si tomamos en cuenta que el PAN no ha logrado cumplir con las supuestas metas políticas divulgadas con anterioridad; es decir, no ha resuelto los problemas de corrupción, de seguridad, de empleo, los problemas ecológicos, del campo, de educación, etc. Inclusive ha demostrado con creces su gusto, su afinidad por aplicar la “mano dura” a las manifestaciones de reclamo y descontento en la población. Ya el joven filósofo francés del siglo XVI Étienne de la Boétie[1] se planteó una cuestión similar: ¿Por qué desdeñar la libertad? ¿Por qué si ésta se desea, se desdeña y se prefiere vilmente servir? ¿Por qué de la voluntad de servir a los poderosos?
En nuestro caso, para tal fin se lanzó la campaña negra, sucia y facistoide de propaganda, campaña de uso del terror en contra de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Reconocible con claridad sus efectos al entrevistar a decenas de votantes que optaron por elegir a otro partido y no votaron por AMLO. En la entrevista blandieron argumentos cortos, bastante carentes: “Me disgusta”, “Tiene varios defectos”, “No me cae bien”, “Es un riesgo”, “Es agresivo” “Ofendió al Presidente,” etc. Hasta allí su pobre argumentación, su declaración fiel, que manifiesta una posición de servidumbre sostenida en un acto de fe, en una posibilidad instituyente de estructurar un sujeto que tan solo se soporta en ese decir. En ese corto juicio, visceral y afectivo.
¿Qué mecanismos movió en la gente la campaña de terror? ¿El temor de perder lo mucho o lo poco que se tiene? Quizás para los que tienen, que son los menos (20%), la angustia de perdida fuera real; pero para los que no tienen, que son los más (80%) no había nada que perder, nada de que temer en este sentido. Sin embargo, la campaña de terror produjo angustia en los votantes. A partir de allí, fue fácil para el Poder dirigir las reacciones y preferencias a su gusto. La propaganda negra fue insistente, no ceso en ningún momento y movió a muchos votantes no a elegir al PAN, sino a votar en contra de AMLO.
¿Cómo opero? En primer término los Soberanos del Poder señalaron -en la figura de López Obrador y su proyecto- el riesgo; de aquello que funda y es propio de la comunidad y que la autoridad fomenta y administra: la hostilidad continua, la ambición, la locura, el terror y la angustia, la mentira y la ilusión, y el crimen. Apuntaron su dedo, en el sentido de ubicar este conjunto de licencias, maldades y excesos en un sujeto representativo (AMLO), en un único sujeto y hacer creer que las instituciones y autoridades se mueven desde una pureza ética y moral intachable. Se realizó una operación de recorte y se difundió masivamente al supuesto perverso de esta historia. La operación consistió en distinguir, en nombrar, en enjuiciar a AMLO de esta manera y por todos los medios. Lo cual produjo en el conjunto social una respuesta “catartica” para profesarse limpios, para establecer que el “mal” no se encuentra en ellos, en “mi”; sino en el otro, en ese que es señalado. Construyeron un ominoso exterior y convocaron a la “unidad política”, a una supuesta comunidad política –ya que se funda en la ilusión- capaz de hacer frente a la “amenaza”. ¿Cómo lo señalaron? Con la colaboración y complicidad de los medios electrónicos, por la vía de la presentación en estos de “…3,283 spots en radio y televisión diarios”[2]. El autodenominado Cuarto-Poder hizo ejercicio de este. Sin duda con los dineros del Gran Capital y de los Gobiernos Federal y Estatales.
Cabe apuntar aquí, que la concertación de Poderosos, no solo contó con la asesoría calificada de malandrines, mapaches, ilusionistas y argumentistas de excelencia; sino además con la tecnología más moderna para que el impacto en los sujetos los llevará en el sentido de instilar a una cadena de pequeños fraudes voluntarios o involuntarios (“errores humanos”) en la sucesión de hechos electorales. En eso se han especializado los medios electrónicos, en presentar la imagen y el texto de tal forma que convocan a una “creencia” total e incuestionable. Y a sentirse parte de una “comunidad” basada en esa creencia.
En segundo término, lograron producir una polarización extrema y subjetiva: Estar de un lado o de otro. Para muchos les fue más fácil optar por el silencio frente al crimen que se anunciaba, el Fraude. Mencionamos “crimen” por las implicaciones políticas que se derivan del asesinato como fundamento sustancial del crimen capital. No dejamos de sospechar una intención de estas características entre los Soberanos del Poder hacía AMLO. El Fraude electoral retoma ésta intención y se instala en lo político como representación y puesta en acto de “la sentencia de muerte en suspenso”[3]. El Fraude es una mentira teatralizada, para imponer un orden contrario al que pretende la mayoría y una muerte política a esta misma aspiración. Atenta contra la democracia y la capacidad política de todos nosotros. Y se instala sobre la base de un ejercicio de poder, de una imposición de largo plazo del poder.
El fraude es una mentira que se convierte por su magnitud y sus características, en el cimiento que pega y funde los elementos configurantes del delito –sujetos e instituciones-. Es una mentira que requiere de la complicidad de quienes participan, y que hace comunidad e instituye una refundación del Estado. La ilegalidad se consume cuando se redacta como texto-legislación funcional.
Las personas optaron, como mencione antes, por cambiar su posible preferencia por AMLO para votar en contra de AMLO, adoptando; ilusoriamente una postura de pureza, decoro, moralidad, decencia, bondad, etc. entregando su voto a Calderón o a los representantes de los otros partidos, o simplemente absteniéndose y llamando a no votar. Ello, me parece es parte ya, de la teatralizacion del Fraude anunciado. Los soberanos del poder aprendieron de la experiencia anterior donde la gente voto contra el PRI y no por el PAN. O en el caso de Jalisco donde el PAN gano el Estado por qué los votantes optaron en contra del “Terror” de la administración de la tragedia del 22 de Abril, por parte del PRI.
Al instituir de esta manera un opositor, sobre de quien es posible y deseable ejercer “el poder explicito”[4], se conduce a los sujetos al desarrollo de un delirio consonante capaz de transmitirse; Que los silencia, los enmudece, los identifica a la frase corta, al juicio pasional que es tan solo un enunciado identificatorio, una simple pertenencia y los hace ciegos frente a una verdad propia, privada, no reconocida, denegada, respecto del propio deseo de poder, de ejercer violencia sobre el otro, de calumniarlo y de ultrajarlo. Recordemos aquí aquel lapsus de Fox hecho magistralmente frente a las cámaras de televisión el día internacional de no fumar. Al hablar del riesgo del tabaco en los fumadores dijo así :debemos combatir el riesgo que el “tabasquismo” produce en la salud de todos”.
De esta manera se estableció la ilusión de comunidad, de asociación en contra de AMLO, de agrupación en contra del “perverso opositor”, una comunidad blanca, pura y con “los colores del cielo”[5]. Colectividad dispuesta a inscribirse en las vías de la servidumbre voluntaria de una u otra manera, Colectividad fraterna bajo un poder institucionalizado e instituyente de una “significación social imaginaria”.[6] Esta ilusión, emparentada con el delirio, es una distorsión o falsificación con tonalidades angelicales y “muy propias” de una ética religiosa. Nuestra locura privada se plasma en esta ilusión donde la referencia se pierde, donde la referencia es crepuscular y se instituye en una auto referencia loca, paranoica, delirante, ilusa. El miedo y el terror la amenaza. La ilusión “es una renuncia al testimonio de lo real”[7] y por consiguiente un servilismo absoluto al pensamiento.[8]
La transmisión del crimen-delito -el Fraude-, se anticipa en esta sumisión y en este encuentro de afectos subjetivos para “soldar” una significación social imaginaria. Y se manifiesta en su actualidad, desde niveles como el desarrollo de acciones propiamente fraudulentas: La injerencia presidencial y su dispendio financiero, el algoritmo Hildebrando, El gasto social con dedicatoria electoral, La apertura ilegal de paquetes, etc.; hasta, mini fraudes inconcientes-involuntarios que se traducen como errores de dedo, olvidos y equívocos en el conteo “sin importancia”. En donde los personeros panistas pretenden fundar la “razón y el acto” fraudulento.
El mecanismo pasional desatado por la campaña de terror, mantuvo como eje la posibilidad de expresión del odio y de la hostilidad hacía AMLO. El haberlo colocado como el perverso, el psicópata del momento, permitió otorgarle la significación inherente de lo que odiamos: lo extraño, lo extranjero, lo peligroso, ese quien puede aprovecharse de mí en cualquier forma. ¿De donde proviene esta fuente, inconciente, que nos hace desconfiar y buscar imaginariamente una salvaguarda? Proviene del deseo mismo de cada uno de nosotros en relación al prójimo, de lo que en innumerables ocasiones hemos sentido y deseado poder hacer al otro, justamente ejercer nuestro poder, avasallarlo sin contemplaciones. Para S. Freud la moderación de este Odio constituye el trasfondo de todo vínculo, sea predominantemente amoroso o social. El ejercicio de esa hostilidad primaria, sin mesura conlleva el riesgo de la disolución. Es por ello que se delega al Estado, se le deposita a él, la facultad de monopolizar y administrar la violencia y de ejecutar la muerte de quien lo entorpece. Incluso si la pena de muerte está prohibida. Sino, ¿Por qué razones el PRD tiene mas 500 asesinatos políticos desde su fundación? ¿Por qué un francotirador anónimo –como sucedió en Oaxaca-, mata a un manifestante maestro? Los ciudadanos ceden al Estado, se entregan, se identifican –“¿Cómo ofender al Presidente, eso no se vale?”- y este se hace dueño de ese capital humano. De todos es sabido que la significación social del “terror” innegablemente se adscribe al Estado. Cuando este lo señala, lo proyecta en otro, lo hace con el fin de cerrar filas a sus tropelías.
Con el “ya cállate chachalaca” se metaforizó una verdad, mal vista por los personeros del poder. Esta verdad consistió en denunciar la intención “monárquica” de cualificar todos los espacios públicos del país. ¿Por qué se disgusto tanta gente? Se acomodaron en el primer término de la ecuación hijo-súbdito-ciudadano/ Presidente, padre, Rey y se sintieron ofendidos. El propio delirio de Fox, fue defendido por los súbditos. Extrañamente se defendió un personaje no sólo faccioso sino además enteramente religioso. Otro de los poderes concertados en esta gesta fraudulenta. En las iglesias no sólo se llamó a votar abierta o veladamente por el PAN, sino también se usó la capacidad inherente de este sistema de ilusiones para maniobrar con el sentimiento de culpa de sus fieles. De esta manera logran un consenso y el aval para enjuiciar religiosamente no sólo la vida privada de estos; sino también, su vida publica y social.
El momento de incertidumbre y confusión que se vive en estos momentos es justo el caldo de cultivo necesario para establecer un “nuevo” Estado que sea salvaguardado de la siniestra amenaza que se cierne. Los timadores se aferran a establecer su engañosa certidumbre. El hampa de “manos limpias” pretende con este saldo, instalarse en sus fueros para ser los próximos Soberanos Charros, de la democracia. Calderón pretende actuar ya como Presidente. Comienzan a sentirse los efectos del “poder explicito” del Estado y su variante del “Terror”. Con ello se busca re-establecer un orden afectado, hacer un “Gatopardismo electoral”[9]. Recordemos nuevamente que todo orden es “sentencia de muerte en suspenso”. Sentencia de la administración y ejercicio de un “poder explicito” cedido por la “comunidad” a sus representantes.
Se tensa así, el tejido político de la democracia, ella supone contener el principio de dirimir los conflictos sin un ejercicio violento del poder y con plena transparencia. Con el Fraude se atentó a la capacidad política de todos nosotros. Unos decidieron al retorno, a la vuelta, a dar marcha atrás y mantener el sentido de la significación institucional primordial. Otros, apelamos a despertar la capacidad adormecida de hacer política (en el sentido griego de la expresión y no romano); entendida ésta, como el cuestionamiento de la dimensión de las representaciones, de las normas de la colectividad y de la intención de validación, ratificación y solidificación de las “verdades” instituidas. La democracia conlleva ineludiblemente su cuestionamiento y su denuncia. El riesgo de no hacerlo, permite la instauración de un “estado de excepción”[10], en donde el Estado violenta la jurisdicción legal que lo contiene y se instala por encima de ésta para definir de acuerdo a su capricho los límites de la legalidad/ilegalidad. A ello hemos sido conducidos con todo este proceso, todavía mas ahora cuando se pretende arrastrar la Resistencia civil al borde de la anómica frontera incierta de la legalidad/ilegalidad.
J. Ulises Valdez Ruiz. Agosto del 2006.
[1] BOÉTIE de la Étienne. Discurso de la Servidumbre Voluntaria. Ed. Sexto Piso. 2003. México.
[2] RAMOS Mario. “Medios de comunicación, actores políticos” en La Jornada, 10 de Agosto del 2006. A estos es necesario sumar el papel de muchos reporteros que con una supuesta “objetividad” hicieron eco de esta campaña.
[3] ENZENBERGER. H.M. “Política y Delito” Ed. Anagrama. España. “El acto político original coincide por lo tanto, si damos credito a Freud con el crimen original. Entre asesinato y política existe una dependencia antigua, estrecha y oscura. Dicha dependencia se halla en los cimientos de todo poder. Ejerce el poder quien puede dar muerte a los subditos. El gobernante es el <>.” P, 11.
[4] CASTORIADIS C. “Ciudadanos sin brújula”. El poder “explicito” es el que puede ser ejercido por quienes se les ha delegado tal función. En el caso de México depende del Poder judicial y el Poder Ejecutivo.
[5] Frase dictada por los personeros de la iglesia católica con el fin de orientar a los votantes feligreses en su elección.
[6] Termino que proviene de C. CASTORIADIS para dar cuenta de la tendencia adhesiva social que lo imaginario llega a tener en cuanto a constituirse una significación. El termino es solidario a otro Freudiano: “sistema de ilusiones de deseo con desmentida”
[7] FREUD S. “El Porvenir de una ilusión”. Ed. Amorrortu. Argentina.
[8] CASTRO RODRÍGUEZ Roberto. Virajes de Legitimación. Ed. Espectros del Psicoanálisis. México. 2006.
[9] HERNANDEZ LOPEZ Julio. “Gatopardismo electoral” en La Jornada del 10 de Agosto del 2006.
[10] AGAMBEN Giorgio. “Hommo Sacer II. El Estado de excepción”.

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