jueves, octubre 11, 2007

El "suicidio deportivo": el madrazo de Roberto Madrazo pintado como ¿un caso individual?

Betrüger (trampear, trampea; trampearse; trampeado)*
*Alberto Sladogna, psicoanalista, México, DF, Coyoacán, octubre, 2007

El domingo 30/09/2007, en la ciudad de Berlín, durante la realización de la "Real 34. Berlin-Marathon", el ex candidato presidencial Roberto Madrazo Pintado, a sus 55 años, registró 2 horas 40 minutos y 57 segundos. Su marca asombró a los fondistas de su edad, pues bajo en una hora su marca en otra carrera de similar distancia; también sorprendió a los maratonistas que buscan un sitio para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Rito Regules, representante de México en el Campeonato Mundial de Atletismo en Osaka, Japón, se despachó la prueba en 2 horas 45 minutos 26 segundos, a sus 28 años, para ocupar el sitio 55; él corrió cinco minutos más lento en Osaka que Madrazo en Berlín, a pesar de ser 27 años más joven.(Periódico, Crónica,5/10/2007) Si esta oportunidad la hubiese tenido el actual político, en su momento, nuestro atletismo contaría otra historia. Hemos perdido un maratonista y obtuvimos una fotografía de uno de los estilos nacionales de hacer política instaurado por la "familia revolucionaria" y su clase de políticos.
Hoy sabemos que el record y el nombre de Roberto Madrazo Pintado como maratonista fue borrado de la lista de esa competencia y vetado de por vida de ese maratón alemán. Al igual que en otros países donde el mismo día de la elección se tienen resultados confiables, en Alemania resolvieron en menos de dos semanas el caso Madrazo, pintaron su raya, lo hicieron debido -entre otros asuntos- a la insistencia del público que denunciaba la extraña proeza. Así ese nombre pasó a inscribir la mostración de un estilo de hacer política llamado: fraude.
¿Por qué hizo lo que hizo Roberto Madrazo? En primer lugar, al pie de la letra, realizó su apellido, lo pinto, así como en el análisis se constata la realización de un deseo en el sueño (S. Freud, La interpretación de los sueños, 1899-1900); esa carrera realiza su apellido: al darse y darle un madrazo "definitivo" a su carrera política, nos dejo pintado su cuadro. Pero ¿Por qué lo hizo a sabiendas de que sería "descubierto"? En la fotografía se lo ve portando un uniforme que se emplea cuando un atleta está ya descansando o se está preparando para una carrera, no llegó con el uniforme de competencia, como lo hicieron los demás protagonistas; uniforme de competencia que Madrazo mostraba durante su campaña electoral: él se dedicaba a correr, en particular maratones de largo aliento, así lucía en su publicidad electoral, con pantaloncillos cortos y playera sin mangas, alcanzando y dejando atrás a sus contrincantes. En la maratón de Berlín, Roberto tenía conocimiento de que su calzado deportivo contenía un aditamento tecnológico: un chip que ubicaba a cada maratonista en los diversos tramos de la justa deportiva. Todos estos elementos estaban a su disposición, él era consciente de los mismos y no los alteró.
Entonces ¿Por qué hizo lo hizo? Decimos, su acto puso al descubierto a un sistema, ese mismo sistema lo habría privado a temprana edad de su padre (Carlos Madrazo, político tabasqueño que pretendió, dicen, en los años 50 reformar al PRI) y de su madre, según algunas interpretaciones o historias o mitos o rumores del terreno político nacional o la combinación acertada de cada uno de estos elementos: ese “accidente” podría no haber sido tal, el hecho es que ese acontecimiento lo dejó al cuidado de la "familia revolucionaria". Esa familia lo cuido, protegió y extendió un manto de olvido cuando fue "descubierto" el descomunal gasto de su campaña para obtener la gubernatura de Tabasco, Roberto habría gastado más que Clinton en las presidenciales de los EEUU, eso de acuerdo a la cantidad de cajas con documentos depositados en el Zócalo del DF; durante esa gubernatura fue “víctima” de un “secuestro” calificado en los medios políticos de “auto secuestro”; apareció en la TV increpando a otro miembro de la clase política, Santiago Creel, luciendo un parche en el ojo a la manera de un personaje de una telenovela. Esa "familia revolucionaria" hoy remozada y empanizada lo descartó durante el proceso electoral del 2006, varios gobernadores de la familia "orientaron" los votos de sus estados hacia Calderón (ver su libro, Roberto Madrazo Pintado, La traición, Planeta, México, junio, 2007); Roberto Madrazo fue el primero en "reconocer" la nueva "marca" del candidato Calderón en las elecciones, luego desapareció, volvió cuando la presentación texto arriba citado y ahora vuelve a las primeras planas, a la TV y a las radioemisoras.
La “familia revolucionaria” tiene una antigua estirpe y por lo tanto, se cree dotada de un poder aristocrático que la autoriza a decidir quién será presidente, gobernador, senador , diputado, alcalde, etcétera; ellos son portadores de derecho natural a dar a la cosa pública el trato de una cosa privada, un bien de familia, allí radica una de las fuentes del racismo y la xenofobía arraigada en nuestro país, en particular, contra los denominados “nacos” o más simplemente la “raza”, antes fue denominada la “bola”(cfr.: Martin Luis Guzmán, La sombra del caudillo, 1929, cuyo filme homónimo, dirigido por Julio Bracho (1960) estuvo enlatado tres décadas ).
Estamos ante un “suicidio deportivo” que apunta a otros, esa forma indirecta de agresividad y de agresión suele estar presentes en diversas formas de suicidio, piénsese en el lamentable caso de una adolescente que comete suicidio para castigar a su novio. Estos suicidios suelen estar acompañados por cartas, cuyos textos muestran la estructura de una agresividad que se descarga sobe el suicida pero que apunta a otros o los incluye con el objeto de denunciar su culpa y sus culpas que el acto trata de mostrar. En este caso Roberto Madrazo quedo pintado por las cartas que el mismo llevaba consigo: su uniforme inusual con el que llegó a la meta, levantando sus manos de triunfo; el chip que registraba sus movimientos o ausencia de movimientos en la carrera; el tono corporal fresco y sin mayor agitación con el que llegó a la meta luego de un largo maratón. Estos elementos eran portados por Roberto a sabiendas de su existencia, no fueron “errores” de un fraude que dejaban rastros aquí y allá, rastros recuperados luego, ninguno de ellos tiene ese carácter, él sabía que los llevaba consigo.
Estas circunstancias literales dan a su acto el carácter de un suicidio deportivo de un político y de una forma de hacer política en nuestro país. Quizás, exagerando, también haya sido y será su único y último gesto honorable en la vida pública: denunciar al sistema del fraude donde él vivió, practicó y ejerció la política, luego de esa denuncia su vida política no tendrá continuidad, pues él como político está muerto. En varios países cuando los políticos son descubiertos infraganti en un fraude suelen suicidarse, Roberto lo hizo desde el campo del deporte, desde fuera del país, garantizándose las primeras planas de México y una buena parte del mundo. La agresividad de Madrazo contra la imagen de su “ser” fraudulento, de ahí que se madreara solo y la agresión está dirigida contra la familia revolucionaria y la clase política, a quienes él consideraba haberlo traicionado pues dirigieron sus votos hacia Calderón y no hacía él, es decir, no le interesa el voto ciudadano sino el voto “orientado”, “acarreado” por la familia revolucionaria; el voto que a él y muchos políticos solo les interesa es el voto de los electores privilegiados, el de la aristocracia corporativa. (cfr.: Roberto Madrazo P, La traición, México, 2007)
Un sistema político tiene de todo menos individualidad; el sistema colectivo, el sistema político, sólo es el sujeto de lo individual (Lacan, El tiempo lógico y un aserto de certidumbre anticipada) Acaso este "suicidio deportivo" se lo puede considerar sólo como el suicidio de un político y dejar de lado al conjunto del sistema que él mostró en su carrera, si así fuera ¿Cómo es la que "familia revolucionaria", junto con la clase de los políticos han guardado un respetuoso silencio ante esa muerte deportiva de un político? El actual secretario general del PRI, Jesús Murillo Karam, declaró: “Es un asunto personal, no tiene nada que ver el partido con eso, permítanme deslindar al partido” (Reforma, 10/10/2007). Desllinde extraño pues ese instituto político, el PRI, empleó imágenes de Roberto Madrazo Pintado corriendo en otras maratones como emblema de su reciente campa electoral, la del PRI y la Roberto Madrazo P., para competir por la presidencia en el año del 2006.
El periódico Reforma publica un editorial de un político, de un politólogo de nombre Jorge G. Castañeda; él se presenta en muchos foros como politólogo, es decir un estudioso de la política y de los políticos; además es un político “independiente” que indicó al país la necesidad de vencer de cualquier forma, sea como sea, al candidato Andrés Manuel López Obrador en la reciente campaña electoral. Jorge G. Castañeda hoy no titubea en escribir lo siguiente:
Concuerdo plenamente con Ciro Gómez Leyva en que Roberto Madrazo no tiene cuentas qué entregarle a nadie sobre sus actividades privadas, tramposas o no, deportivas o no…Quienes tienen que entregarle cuentas a alguien, en cambio, son los miles o millones de ingenuos ignorantes o francamente imbéciles (empezando por un servidor) que a lo largo de los últimos años han apoyado, seleccionado o votado por Roberto Madrazo sin haberse percatado de lo que es capaz…Cierto, Madrazo no le debe cuentas a nadie, pero nosotros sí (Jorge G. Castañeda, “Otra vez, el chip”, periódico Reforma, 10/10/2007)
El lector del editorial notará que en reiteradas ocasiones Castañeda so pretexto de la figura mayestática del “nosotros” trata de encubrir o tapar algo, su “yo”. Cómo es posible que un politólogo como él no se haya dado cuenta de quién y cómo se las gastaba Madrazo y el sistema del PRI; ¿En qué planeta de nuestra galaxia ejerce su actividad de estudiar la política y a los políticos como para sostener que él “no sabía” quien era Roberto Madrazo Pintado? Él tan estudioso y pulcro nos dice que Madrazo “no tiene que rendir cuentas de sus actividades privadas, tramposas o no, deportivas o no”, perdón pero no fue una actividad se trató de un acto en público, el público de un maratón ¿cómo se puede a eso calificarlo de privado? ¿Privado de quién y para quién? Ahora resulta que encontramos en ese “nosotros” de Jorge G. Castañeda a la figura de la inocente caperucita en la política. Esto es un poco extraño, piensa mal y acertarás. Cómo es posible que él no reconozca a quienes no votamos, no seguimos, ni aceptamos a Roberto Madrazo Pintado como político desde hace ya mucho tiempo. Él considera, como el león que todos somos de su condición. Salvo por una señal del lenguaje, Jorge G. Castañeda, su título lo denuncia: “Otra vez, el chip”; el chip es un componente nodal de las máquinas, conocidas como “computadoras”, en nuestro país hace varios años ya que se cayó el sistema de computó durante una elecciones. A buen entendedor pocas palabras, usted es parte del sistema que quiere hacernos compartir a todas y todos, quizás usted emplea chip de dudoa fabricación o de origen chino. Quizás usted se equivoca: no todos votamos, no todos sostuvimos y no todos acordamos con un sistema fraudulento ¿Para qué generaliza su condición?
Para ir concluyendo tenemos una interesante pregunta clínica para el análisis: ¿Cuál es la diferencia, si es que existe, al menos una, entre el Betrüger Roberto Madrazo Pintado y el político de nombre Felipe Calderón? Felipe Calderón al visitar su tierra natal no tuvo empacho en declarar: “Como dicen en mi tierra “Haiga sido como haiga sido ganamos”…” (esta expresión está registrada por distintos medios, de derecha, de izquierda, periódicos que no son ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario y hasta el momento no he encontrado desmentida alguna por parte de Felipe Calderón). Esa declaración no solicitada qué nos dice sobre la forma en que Felipe Calderón obtuvo su meta de alcanzar el “triunfo” en las elecciones del 2006. Han dicho -Castañeda, Fuentes, Krauze, Ciro Gómez Leyva y otros intelectuales de nuestro país- que el “fraude electoral” sólo es una invención de las teorías del complo –sin la “t” final a la manera de AMLO-, hoy qué dirán cuando el complo muestra su nivel de eficacia y certidumbre para demostrar la estructura de una actividad de la clase política y de la llamada “familia revolucionaria”: el fraude como deporte.
Recordemos un dato de la vieja psiquiatría, cada suicidio muestra un acto moral, y en este caso Roberto Madrazo al cometer el mismo hizo su único -y quizás- el último acto honorable: mostrar que las teorías del complo son la estructura de aquello que se denuncia. Al terminar estás líneas llegó hasta mi, el comunicado de prensa de Roberto Madrazo Pintado, comunicado dirigido a los deportistas del país, él como miembro de la “familia revolucionaria” no osa dirigirse a los políticos ni siquiera pretende “mezclar” su carrera con la política, es de lamentar que lo que podría ser , quizás y sólo quizás, su único acto honorable, él como el alacrán que cuando la rana lo cargo en su lomo para cruzar un charco, la pica, cuando se le preguntó “¿Por qué lo hiciste si morirás ahogado tú también?”, sólo atinó a responder: “No puedo traicionar a mi naturaleza”. La pregunta que nos queda es cómo este componente real de la política afectará el curso subjetivo de los ciudadanos quienes no pueden quedar al margen de las consecuencias de lo que ese suicidio deportivo ha mostrado y para colmo demostrado , valga para ello citar “sus” propias palabras en ese comunicado:
Destacó que se ha sugerido trampa, pero sólo quien ignora cómo se desarrollan estas competencias puede llamar así a lo que es una práctica habitual en ellas. Porque no sólo es un competidor, indicó, sino cientos, quienes por una razón u otra no completan el recorrido y no por eso es trampa. "Y no por eso dejan de ir hasta la meta en busca de su medalla de participación". Después de numerar algunos de los maratones en que ha participado y los tiempos, el también ex dirigente del PRI precisó que después de estas participaciones se realizó una revisión médica unos días antes de salir a Alemania, donde le recomendaron descanso pero no lo hizo porque no se quiso perder la competencia en Berlín. Por ello, como resultado tuvo que parar en el kilómetro 21 y "me fui directo a la meta por mi ropa y mi medalla de participación, mismas que se entrega a todos los corredores sin excepción. ¡¡Hay Roberto!! Si el médico te dijo que no compitieras ¿Solo fuiste para abandonar en el kilómetro 21? ¡¡Hay Roberto Madrazo!!! Si llegaste por tu ropa a la meta ¿Cómo es que llegaste a la meta ya vestido? ¿Cómo es que festejabas llegar a la final la participación en una carrera que en tu comunicado afirmas haber abandonado?; Roberto lo escribes de puño y letra: “Me fui directo a la meta… por mi medalla de participación”, la constancia, que constancia tienes, quizás tengas razón se trata de un complot alemán contra un corredor político que quería ser un político corredor ¿Será factible para el sistema político, la clase política actual –con sus justas y abundantes excepciones- y para la “familia revolucionaria” borrar ese acto deportivo donde cada una de ellos fueron mostrados afectados por una crisis radical de su estructura? ¿O no?

2 comentarios:

Escucha psicoanalítica dijo...

2 asociaciones: 1) "De Roberto" se dice, cuando alguien toma algo que no es suyo, que lo roba... 2) en los cines se exhibe antes de las peliculas un anuncio del gobierno federal que dice: "si ganas con trampas, todos perdemos", quizás de allí lo mayestático del lapsus...

Escucha psicoanalítica dijo...

"si ganas con trampa, todos perdemos" es una frase firmada por el gobierno federal, el cual "ganó con trampa" la elección, la robó, como lo han reconocido de manera más o menos abierta el TRIFE, Fox y el mismo Calderón. El insistir en que así "todos perdemos" ¿es cinismo o lapsus? En todo caso algo se les escapa al incluirse e incluir a los demás como perdedores.