lunes, enero 07, 2008

La censura a Carmen Aristegui: Un intento de introducir el silencio en el oído

Cuando los nazis vinieron por los comunistas
me quedé callado;
yo no era comunista.
Cuando encerraron a los socialdemócratas
permanecí en silencio;
yo no era socialdemócrata.
Cuando llegaron por los sindicalistas
no dije nada;
yo no era sindicalista.
Cuando vinieron por los judíos
no pronuncié palabra;
yo no era judío.
Cuando vinieron por mí
No quedaba nadie para decir algo.
Martin Niemoller

La cancelación del noticiero "hoy por hoy" conducido por Camen Aristegui es un intento no sólo de quitar del radio un programa considerado crítico y analítico de la realidad, llamada "nacional", sino que además implica introducir o intenta producir en cada uno de los oídos el silencio. La cancelación se hace sin ningun ocultamiento, es un trazo del estado de excepción descripto por Foucault y analizado en extenso por Giorgio Agamben: el estado una vez que decreta que tal o cual actividad o persona es un objeto a "exceptuarse" de la vida social por ser considerado un pelligro, procede a efectuar esa operación sin ocultarla, por ejemplo, las legislaciones penales alemanas y las de los EEUU ya no ocultan la tortura, ahora por el contrario, la consideran un "ejercicio legal" y por consiguiente no tiene por qué ocultarse, de ahí que las actividades de torturas físicas y de otras características de la base militar de los EEUU en Guantánamo no se ocultan, hasta incluso sus practicantes se dan el lujo de discutirlas en público.

Estamos ante el ejercicio más radical de la censura debido a un cambio cualitativo en su estructura y en su forma, cambio respecto, al menos, de la censura que Sigmund Freud estudió en sus obras canónicas:La interpretación de los sueños;El chiste y su relación con lo inconsciente y Psicopatología de la vida cotidiana . Allí la censura era claramente un ejercicio de las instancias del poder político, Freud recuerda los párrafos censurados en tal o cual periódico. Su objetivo era impedir que algo no sea dicho o leído o expresado. Jacques Lacan estudía una practica de la censura, ejercida en el campo mismo del psicoanálisis: por ejemplo, su exclusión de la Asociación Psicoanalítica Internacional por, entre otras cuestiones, atreverse a leer en público abierto y comentar las obras de Sigmund Freud; actividad que fuera uno de los argumentos para exluirlo de la IPA: censura por más de treinta años sus enseñanzas de ese horizonte. Jacques Lacan no por nada en 1945 al terminar la 2da. guerra mundial publicó el estudio de un sofisma donde remedaba la suerte de los prisioneros que portaban un disco negro o blanco en sus espaldas, remedo de las "estrellas" que portaban muchos de los asesinados en loa campos de concentración sin que hayan logrado darse color de la suerte que correrían.

En el psicoanálisis se pretexta con mucha facilidad la "oportunidad" y/o la falta de "claridad" o la "confusión" que tal o cual tema pueda generar para ejercer la censura y proponer la cancelación de actividades simplemente por diferir con ellas o por que ellas introducen una diferencia que algunos pueden no compartir o no tienen condiciones para soportar que otros las lleven a cabo.

En el caso de Carmen Aristegui, la censura convicta y confesa de parte de las empresas Televisa y la empresa española, Grupo Editorial Prisa- prisa por excluir y censurar- tienen un nuevo ingrediente: la instalación de una combinación singular entre el discurso del amo antiguo -los conquistadores y colonizadores del Virreynato- con el discurso del amo moderno del capitalismo neoliberal -discurso estudiado por Jacques Lacan (Milan, Italia, 1972). Este discurso del amo en México es singular por su composición ajustada a las condiciones de la cultura del privilegio imperante en nuestro país, basta con leer el argumento de intelectuales que reivindican a los medios masivos de comunicación- es decir, a los dos unicos medios que hay en México a nivel de la TV- como "representantes" de la "opinión pública", esa opinión descripta por Marcelino Pereyo como "el calzón más rápido en subirse y bajarse de nuestro país"; esa fuente de "representación" requiere de una actividad pulsional negativa: introducir en cada oído el silencio que tiene como resultado la construcción muy "eficaz" de una masa llamada "mayoría silenciosa". Esa forma de masa requiere de un análisis pues se trata de algo que Freud no alcanzó a estudiar en su"Psicología de las masas y análisis del Yo", hoy requerimos de un estudio de la "Psicología del Yo y análisis de las masas que sostienen a ese Yo".

Baste con recordar que la "mayoría silenciosa" surgió a partir de que el régimen nazi instaló el primer exponente de un medio de comunicación de masas: un sistema de bocinas en las plazas y principales avenidas de la alemania nazi para reproducir de forma constante y uniforme -ver el cartón del monero Hernández, periódico "La Jornada" del 6/01/2008-; lo hacían para reproducir sólo los discursos de Hitler mientras que los disconformes con ese régimen eran silenciados de manera absoluta pues eran enviados a los campos de concentración. Hoy asistimos a la instalación de un régimen de concentración sin campos por la vía de la excepción, cuyas consecuencias subjetivas merecen analizarse. Régimen cuya practica comenzamos a vivir, incluso aún antes de que se de rienda suelta a las modificaciones en materia penal que lamentablemente con su habitual responsabilidad aprobó ya el Senado de la Nación.

¿Aceptaremos que se pretenda obligarnos a estar en silencio, a sólo escuchar el silencio aceptando una orden del poder? ¿Creemos y convalideramos que ese poder es total como él gusta en presentarse?
Alberto Sladogna,
analista,
México, DF,
7/01/2008

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Un extranjero haciendo críticas en México?

Alberto Sladogna dijo...

Respecto del comentario en forma de pregunta y anónimo: "¿Un extranjero haciendo críticas en México?", conviene precisar que , quizás, para el autor del mismo las apariencias engañan y toma algo por otra cosa. Además, algo debe ocurrir para que ese "autor" sólo de forma anónima puede "defender" o "criticar" o "rechazar" a otro por "hacer críticas en México", pero para qué hacer esa pregunta de forma anónima, acaso ¿considera que no tiene derecho a emplear su nombre y apellido? o ¿quizás se averguence de tener ese nombre y apellido que requiere ocultarlo?
Alberto Sladogna, responsable del blog