Madoff, operación en cubierta: Creencia, economía, “objetividad”, "expertos". Alberto Sladogna, analista
Tendrá consecuencias clínico doctrinarias que a Lacan se le haya ocurrido sostener el 26/02/1977- en el curso de “El fracaso del Un-desliz es el amor. A la manera del seminario oral de Jacques Lacan, 1976/1977, Artefactos, México, 2008- sostener allí que nuestra práctica “es una estafa”, luego añade, una estafa con efectos ¿Podría existir una estafa sin ellos? Quizás solo al final de la estafa, eso –su ausencia de efectos- aparecería, habrá que estudiarlo. Para seguir ese interrogante tomaré una situación de actualidad, una situación cercana una estafa bajo la forma de un fraude.
Bernard L.Madoff, profesor de natación y nadador en New York, EEUU, salto a la escena mundial: una nueva estrella del canal del deseo de más y más dinero, la economía. Maddof fue detenido el 12/12/2008 por una estafa, un fraude de 50 mil millones de dólares (otros dicen 100 mil millones).Ver la sencilla explicación de su método de altas finanzas en la siguiente dirección de internet:
http://es.youtube.com/watch?v=yUM7UYp65qc
Estimado lector, le propongo leer estas líneas con una pregunta ¿Por qué se pone tanto el acento en el “fraude de Madoff”? ¿En la “estafa de Madoff”? ¿Solito y su alma, él solo defraudo? Lanzo una hipótesis: Estamos ante una operación en cubierta. Una operación financiera que nunca estuvo oculta, siempre estuvo en cubierta, sólo hacía falta verla, leerla, tomarla allí donde estaba. ¿Qué es lo que quedo encubierto? No es un complot financiero, sino que quedó en la superficie la estructura de una actividad, por ejemplo, la economía, las finanzas, su estructura de ficción. Una ficción que tiene consecuencias materiales de diverso orden.
Se pretende con la persona de Bernard L. Madoff dejar en cubierta la estructura financiera, algo semejante muestra el texto de Víctor Hernández sobre el aumento de la luz (SDP, en nuevo formato online, 30/12/2008, http://www.elsenderodelpeje.com.mx) eso está allí, en la cubierta del recibo, no está en secreto o escondido. También lo muestra en ese mismo periódico Federico Arreola, los empresarios financieros, ya no industriales, de Monterrey participaron de la maquinaria de Madoff. Esos empresarios antes eran industriales, vendieron sus industrias y pasaron a la industria del dinero que fábrica dinero, las finanzas y las inversiones. Las inversiones financieras tienen un estructura formulada por Lacan, en la inversión cada quien recibe su propio mensaje invertido: ellos pusieron dinero recibían dinero y de pronto, a partir del 12/12/2008 sólo reciben dinero en su forma real: desecho.
Denunciar y cargar sólo las tintas sobre Madoff, es una cuestión jurídica pertinente, pero se la “emplea” para dejar cubierto al sistema; Madoff funciona topológicamente como la envoltura del regalo, a veces, es tan impresionante que no se ve qué envuelve –ver la topología de la envoltura, en particular, la practica con orientación zen en el Japón. Esa operación en cubierta es similar, quizás hasta la misma, que se efectúa cuando se descarga “todo” el peso de la barbarie sobre Hitler, dejando encubierto al sistema social del nacionalsocialismo.
Philip K. Dick, prolífico escritor y novelista estadounidense de ciencia ficción, escribió entre otras novelas “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”(1968), llevada al cine como “Blade Runner” (1982); ese escritor sostenía que los nazis ganaron la 2da. Guerra mundial debido a que su sistema fue adoptado por las sociedades más “avanzadas” de Occidente, sin campos de concentración muy visibles, sin cruces gamadas. No están ahora las cruces gamadas sin embargo los campos de concentración y la tortura ya están visibles y legalizados. Esta semana una hipótesis semejante apareció en boca de Salvador Borrego –autor de “Derrota mundial”- reconocido teórico nazi de 93 años, afincado en Jalisco, México. Él indica que:” ¿Por qué todavía siguen atacando a Hitler si murió hace más de 50 años”. Su “lógica” es imparable [sic, re sic, recontra sic]: si se sigue hablando de Hitler, es porque a pesar de que él murió, el sistema desplegado por Hitler está vigente entre nosotros. Una lamentable confirmación de sus “tesis” es que se intenta combatirlo mediante la censura y la prohibición de las actividades de Salvador Borrego, en efecto, así fue, según reveló Jacobo Zlabludovsky, la “Comunidad Israelita de México” habló con una de las organizadoras de la FIL y se cancelaron las actividades de este autor. Si se prohíbe o se censuran esas actividades y esos libros ¿cómo se puede estudiar aquello que podemos someter a crítica y rechazar? Gracias esa “prohibición” este personaje reunió a 210 personas para hablar de sus teorías. Lo prohibido se transforma en un atractivo (revista “Proceso”, 28/12/2008).
Veamos cómo esto se articula, sólo en un punto con el fraude o la estafa. Ese punto es la creencia en la “objetividad”, en la “cientificidad” y en las prácticas con alto grado mate matización, como la economía, en particular, las finanzas. Esa "objetividad" está basada, entre otras cosas, en la razón desplegada por René Descartes. Algunos seminarios de Jacques Lacan se prestan a la posición de que el análisis, desplegado por él, tenía un sostén en la formalización de la lógica e incluso en los empleos de las matemáticas, en la teoría de los conjuntos. No por nada Jacques Lacan fue objeto de críticas, paradójicamente fraudulentas, de parte de un científico Alan Sokal.
Sokal, físico estadounidense, profesor de la Universidad de New York, de 43 años, fue un ilustre desconocido fuera de esa disciplina, no sé si lo era en esa comunidad, se convirtió en una luminaria cuando demostró que prestigiosas revistas como “Social Text” era capaz de publicar un "delirante" artículo que combinaba terminología físico-matemática con estrafalarias extrapolaciones de las ciencias sociales, desató una ardiente polémica que puso en el banquillo de los acusados a la obra de los "popes" del posmodernismo y también a algunas “escuelas” psicoanalíticas lacanianas. Él se atrevió a “tomarles el pelo” a autores franceses como Jacques Lacan, Jean Baudrillard y Jean-Francois Lyotard, y otros, a propósito del uso "incorrecto", según decía el físico, que estos hicieron de términos y conceptos propios de las ciencias llamadas “duras." Luego con su colega belga Jacques Brigmont escribió “Imposturas intelectuales” ( Editorial Paídos, Buenos Aires) Sólo queda en el aire una pregunta, si Sokal muestra que Lacan y otros cometen una impostura al “abusar” de conceptos y elementos de las ciencias duras: ¿Qué lugar ocupa él en la impostura, él que sólo “se hizo famoso” (fuera de la física) al hacerse pasar “como si…” – o “en forma de…”- científico social estructuralista francés? ¿Él estaba al margen de eso? Estas preguntas surgieron hace unos años en México cuando abordamos el tema con Miguel F. Sosa, llamaba la atención que los "lacanianos" no decían nada de la posición de Sokal en la impostura y sólo se dedicaban a "críticarlo" como difamador.
Regresemos al tema de la estafa y del fraude. La pregunta es ¿Cómo se sostuvo Maddof por más de 15 años? ¿Y debido a qué circunstancias los “expertos” no lo detectaron? En el noticiero de CNN, el 29/12/08, a las 22hs., un “experto” declaraba ”Madoff se mantuvo pues lleva muchos años, a diferencia de tal compañía que recién tiene seis años en el mercado financiero” Estas preguntas sobre la capacidad convocar a los inversionistas no tienen respuestas sólo por la “ambición desmedida” –como si hubiese alguna con medida; por la torpeza o estupidez –como si hubiese alguna actividad humana que no tuviese algún de grado de ellas; por el sólo gran “genio” o “inteligencia” del estafador - baste ver la extendida practica de la pirámide en México para demostrar que ese “genio” es muy compartido. Hoy funcionan en México empresas de jugos, de cremas y de otras yerbas, son legales, son pirámides “religiosas” –ver el estudio la sociologa Gutiérrez Zúñiga del Colegio de Jalisco- y que dan grandiosas ganancias sólo al vértice, para el resto están las limosnas.
El estudio de Gutiérrez Zuñiga nos recuerda algo: se trata de una nueva forma de los complejos familiares, pues la pirámide de esas empresas se sostiene a partir de los lazos familiares. Entonces, analicemos
Sigmund Freud en 1886 escribió: “Mediante el estudio científico del hipnotismo -un campo de la neuropatología que fue preciso arrebatar por una parte a la incredulidad y por la otra al fraude-, [Charcot] llegó a una suerte de teoría sobre la sintomatología histérica, que tuvo el coraje de reconocer como real y objetiva para la mayor parte de los casos, sin por ello descuidar la cautela indispensable a causa de las falta de sinceridad de los enfermos.” Es decir, el hipnotismo y la creencia en su eficacia se sostienen por la histeria compartida; la histeria es una condición humana –hombre o mujer o bisexual o travesti o transgénero o asexuado o.,, La histeria es la condición de habitar el mundo del lenguaje, en ese mundo se habla, se dice, se practica y se viven los efectos de un “fraude” organizado gracias al lenguaje. Sin lenguaje no hay fraude posible; el lenguaje hace aparecer o convierte una pirámide en una inversión brillante y benéfica, gracias al lenguaje produce efectos materiales: ganancias y pérdidas. Las finanzas sin lenguaje no tienen existencia.
En 1905 Freud escribe en “El chiste y su relación con lo inconsciente”, que: “Entre las operaciones del chiste se cuenta la de reabrir fuentes cegadas del placer cómico, dentro de una analogía laxa puede llamarse chiste a todo artificio que saque a la luz una comicidad no palpable. Ahora bien, esto último es válido de preferencia para el desenmascaramiento, como también, para otros métodos de volver cómico algo o a alguien”. El chiste, su horizonte cómico no es ajeno al “fraude” y a la “estafa”, el caso de los empresarios de Monterrey desata risa, ellos que eran los “expertos” creyeron, sostuvieron, vivieron gracias al “método Madoff”, hoy reciben “Sopa de su propio chocolate”, sólo que los efectos los pagaran otros. El fraude, la estafa contiene elementos cómicos, gracias a ello, se vuelve un poco soportable tanta tragedia.
Jacques Lacan dio lugar en su seminario al estudió del “monedero falso” (19/01/1965) del lenguaje y sus consecuencias. En ese seminario se leen intervenciones que Lacan acogió “a la manera de Jacques Lacan”, por lo tanto son parte de sus seminarios Allí se recuerda unos versos de Virgilio: “El fraude del que toda conciencia siente remordimiento/ de que la buena fe no se rescata, / y al desconfiado de sorpresa toma”. Cada quien está mordido por el fraude, en la condición humana hay algo falseado, la subjetividad lleva esa marca. Se trataría de un fraude primigenio. Hay este “mor” de la mordida, “mor” es parte del amor. Adán dio la primera mordida, gracias a eso salimos del paraíso, esa mordida provocó la rotura de la razón del Edén, la mordida es un demonio en el Edén, gracias a ello comenzó la vida humana.
Entonces, toda conciencia está expuesta de entrada a su condición, lo está por ese fraude de origen. La “moneda falsa” –un fraude- es una imagen del origen, una imagen que muestra en cubierta su fraude oculto. Tomemos nota de que está intervención es retomada por Lacan en 1976/1977 cuando regresa al tema de la estafa del análisis, una esta poética.
Si tomamos una moneda, por ejemplo, un peso mexicano que tiene como referencia o sostén al dólar; ese peso se lo reconoce como verdadero; nombre y efigie son sus signos de verdad. En el seminario se insiste: “este poder de significar pertenece naturalmente a aquel que tiene autoridad para autentificar el signo”, es decir, al Estado. Recuerde lector que el Estado en los EEUU reconoció que autentificó las operaciones de Madoff y, atención, de otras pirámides similares que siguen operando. En México, en la TV de paga, sigue apareciendo publicidad de esas entidades financieras piramidales, por ejemplo, de la entidad financiera que sólo “llevan 6 años en el mercado” como indicaba el “experto” de la cadena CNN. El Estado sería el “culpable” si corrompió el signo. Sin embargo preguntamos ¿pero qué ocurre cuando el Estado lo autentifica, le otorga legalidad?
En primer lugar, la culpa desapareció, se esfumo. En principio, vivir sin culpa no está mal para nadie. Aquí no se trata sólo de la “culpa” del Estado, sino de una estructura nueva de la economía misma, del sistema socio-económico, político, moral, religioso, científico, subjetivo. En ese sistema la “culpa” de otros tiempos ha desaparecido o cambiado. Los financieros en su conjunto -y de las pirámides en particular- tienen claro la desaparición de la culpa: Madoff conoce, por ejemplo, que por su edad y pago de una multa tiene pocas posibilidades, por ejemplo, de ir a la cárcel.
Ya Hannah Arendt hizo notar que en la actualidad, a partir del campo de concentración del nazismo, el mal se hizo banal – Ver su texto: “La banalidad del mal”. Una consecuencia de esa “banalidad” es que la culpa como la estudió la clínica doctrinaria del análisis desapareció, se transformó, tomo otra estructura y cambio sus efectos .
El Estado es una cosa pública, suele ser presentada como un cuerpo: se dice “un cuerpo social”, se habla “del cuerpo de la Nación”, se escribe “el cuerpo del Estado…”. Entonces, una estafa efectuada gracias al lenguaje, tiene consecuencias materiales sobre los cuerpos de quienes vivimos bajo ese Estado y con ese sistema. Lacan en su seminario da lugar a lo siguiente “Los efectos que provoca sobre este cuerpo, la hinchazón desmesurada de las riquezas abusivas del príncipe [de los poderosos] conduce a imágenes de deformidad, el príncipe [los “poderosos”: Canales, Slim, Azcárraga, Salinas] es miembro de este cuerpo, se transforma en una especie de monstruo desmesuradamente inflado, inflado en detrimento del resto del cuerpo, es decir, de la comunidad. Resulta de esto una desproporción monstruosa para esta comunidad”.
La efigie y los signos legalizados del sistema financiero evocan el orden divino, divinidad que en otros regímenes salvaguardaba esa legalidad. Hoy, la divinidad laica del sistema social del capitalismo tiene una legalidad para el fraude. Cuando la moneda es falsificada la relación del signo con la materia es destruida, el valor se hace desecho, recupera su “naturaleza”: es un simple papel sin valor. El “oro” tiene valor no sólo por el material, sino porque el lenguaje le dio ese “valor”; en Mesoamérica ese valor lo tenía el “cacao”. Vaya coincidencia mientras Freud incluía en una serie de sustituciones simbólicas al excremento,en México los medios suelen escribir "escremento", el “cacao” lo contiene en su nombre.
El símbolo en el fraude es trastocado, tiene una imagen de integridad bajo la cual se anudan los abusos del fraude. El seminario de Lacan insiste “El fraude falsifica la verdad de la moneda y, al mismo tiempo, falsifica la moneda de la verdad”. Se podría sostener que la moneda de la verdad, en este caso, de una “inversión” financiera, es una cosa santa, intocable. Cuando se adultera el orden divino de la relación con el dios de las finanzas, la relación con el “poder” divino del dinero, muestra su lado oculto; no es nada, nada sostenía esa organización. Respecto de la tan mentada y traída frase de la “pérdida de los valores”, de “recuperar los valores” pertenecientes a un “orden natural” ¿Qué ocurre cuando se revela un orden nuevo que legaliza la creencia en la razón –cartesiana- del “valor”? La creencia en la razón muestra en la superficie, el componente de creencia que tiene esa razón. Este es el punto en cubierta y encubierto con el nombre “Bernard L Madoff”: una estructura, un sistema social, una astucia del capitalismo posmoderno, sistema que hizo suyas la estructura misma del nació-anal-socialismo, sistema donde estamos condenados a vivir. Además tiene un efecto de pilón: se revela la "banalidad" del "poder" de los "poderosos", ellos también perdieron su poder financiero: se convirtió en nada. El amo revela su vacuidad, su banalidad.
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1 comentario:
¿Seria que en sus ultimos dias Lacan sintio que -la- Psicoanalisis era en si misma in-mortificable?
Saludos
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