lunes, abril 07, 2008

Juan Rulfo: el encomendero/ el cacique, discurso del amo en México

(El estudio del psicoanálisis es una cuestión local y localizable, lugar por lugar, historia por historia. El discurso del amo estudiado por Lacan, tiene una forma singular, y particular, de efectuarse en nuestro país debido a la dominancia del discurso del amo de la conquista -el amo antiguo- combinado hoy, con el discurso del capitalista, de ahí el despliegue que nos propone Federico Campbell que a continuación les presento; él subraya las consecuencias "inconscientes" de la cuestión en juego. A este intelectual se debe la circulación en nuestra país de La invención de la soledad, de Paul Auster)


La hora del lobo. El encomendero de Bucareli

Federico Cambell

Pedro Páramo es un cacique. Eso ni quien se lo quite. Estos sujetos aparecieron en nuestro continente desde la época de la Conquista con el nombre de encomenderos. Y ni las leyes de Indias, ni el fin del coloniaje, ni aun las revoluciones, lograron extirpar esta mala yerba”. Juan Rulfo

La procedencia nacional y familiar del incombustible secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, hace inevitable -por una elemental asociación de ideas e indignaciones- pensar en la figura colonial del encomendero español. Lo dice, desde el más allá de las letras, Juan Rulfo: "Aún en nuestros días, los hay [encomenderos] que son dueños hasta de países enteros; pero concretándonos a México, el cacicazgo existía como forma de gobierno siglos antes del descubrimiento de América, de tal suerte que los conquistadores españoles sólo echaron raspa, es decir, les fue fácil desplazar al cacique para tomar ellos su lugar. Así nació la encomienda y más tarde la hacienda con su secuela de latifundismo o monopolio de la tierra."

El descubrimiento del encomendero por parte de Rulfo es una deducción natural que se le ocurrió a él veinte años después de haber escrito Pedro Páramo. Rulfo leyendo a Rulfo. El lector Rulfo entrevé en su propia novela la memoria colectiva que comporta un personaje, el cacique, no colocado allí -en la novela- de manera consciente. Entre el cacique de los señores mexicas, el encomendero de la Nueva España, y el regreso del capo contemporáneo que define un modo de ser político, Rulfo discierne una concatenación histórico social que se cumple en Pedro Páramo.

Juan Rulfo tenía un gran conocimiento de la historia de México y situaba en el siglo XVI, más que en ningún otro siglo, el origen de muchos de nuestras actitudes políticas inconscientes: "Yo soy de una zona donde la conquista española fue demasiado ruda. Los conquistadores allí no dejaron ser viviente. Entraron a saco, destruyeron la población indígena, y la región fue colonizada nuevamente por agricultores españoles. Entonces los hijos de los pobladores, sus descendientes, siempre se consideraron dueños absolutos. Se oponían a cualquier fuerza que pareciera amenazar su propiedad. De ahí la atmósfera de terquedad, de resentimiento acumulado desde siglos atrás, que es un poco el aire que respira el personaje de Pedro Páramo desde su niñez."

La encomienda se instauró primero allá en España: era la delegación del poder real para cobrar tributos y utilizar los servicios personales de los vasallos del rey y, por extensión, en la Nueva España la figura del encomendero sirvió a los españoles para hacerse de mano de obra gratuita y ocupar el lugar de los caciques prehispánicos. Este resabio feudal, el derecho del señor sobre sus siervos, se trasplantó al Nuevo Mundo y a los conquistadores se les permitió explotar los servicios personales de los indios como compensación por enseñarles la religión católica. Un subterfugio de la esclavitud. Medio siglo de agitaciones fue necesario antes de que la Corona y Fray Bartolomé de las Casas suprimieran el aspecto más discutible de la encomienda: el privilegio de utilizar a los indios como esclavos, y finalmente el sistema fue reducido a una especie de paternalismo.

La historia sabe. De tanto en tanto se da una extraña circularidad y los personajes vuelven. Como fantasmas sin compasión se agandallan los tesoros del mar para beneficio de sus familiares en esa mesa de diez comensales que es México. De un lado cuatro comen muy bien, tienen médicos, escuelas, universidades, aviones, departamento en Orlando, gasolineras, chalet en Vail, empresas petroleras, cuentas en el Chase Manhattan Bank de Nueva York, en Houston o en Miami, o en Madrid o en el Wells Fargo de San Diego. Los otros seis apenas comen porquerías, no tienen hospitales ni escuelas ni universidades, ni medicinas, ni zapatos ni balón de futbol. Sus hijos y sus nietos tampoco lo tendrán.

Y no se necesita ser un lince para darse cuenta de que un zorro es mucho más astuto que una lombriz. Más que un encomendero en Gobernación (el equivalente al Ministerio del Interior de muchos países) lo que se necesita allí es un zorro. Porque la principal cualidad del político es la astucia, no la inteligencia. En ese cuartel general, o "cuarto de guerra" (según traducción literal del inglés) han estado toros muy bravos. ¿Por qué? Porque ese escritorio requiere de una gran imaginación conspirativa para fintar primero y luego embestir. Sin piedad. Es un puesto extremadamente delicado, es el centro del sistema neurálgico del país, es al mismo tiempo el lado derecho e izquierdo del cerebro porque sus decisiones suelen ser muy finas, como las de un neurocirujano o un capitán de barco o un piloto de jumbo jet. Desde la secretaría de Gobernación, el zorro ve al país como si sus habitantes estuvieran en una pecera. Imposible sobrevivir sin una inteligencia maquiavélica o sin el temple parea mandar matar si es necesario (por razones de Estado). Y aquí es cuando hace falta la experiencia y la verdadera, auténtica vocación política, la sensibilidad para intuir los signos de la explosión social. Lo hicieron Richlieu, Disraeli y Talleyrand, el mago de la diplomacia napoleónica. Una decisión equivocada puede tener consecuencias muy graves para toda la población: un exceso de soberbia, por ejemplo, una mala lectura de los acontecimientos, una represión sangrienta de más que puede dejar el llano en llamas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Fuera de la clase social, y el nivel de educación, el punto que considero fundamental en este tema hasta cierto punto anarquista, seria pues ¿Qué relación tendrá el vitalismo Nietzscheano y el Ascetismo Cristiano con su ideario filantrópico para así formar una posible triada hegeliana con un oxímoron tan excluyente del llamado discurso del Amo?
¿Habría entonces la posibilidad de aceptar al agnado monárquico, como seres perversos anti evolucioncitas /estatistas? o aceptar que somos teleológicamente y causalmente destinados a no tener aquella posibilidad por lo que se ambiciona tanto el parricidio que planeaba Freud en tótem y tabú, y solo hacia se surgiría la abyecta y obscena pregunta ¿ Y que será de los esclavos , ante este cetro perverso y avasallador?¿ No estaremos tomando el papel , de la oveja negra?
¿No seremos aquellos impíos que fueron SUCUMBIDOS por el diluvio, o el mejor dicho por lo divino?

Anónimo dijo...

If you are a novice gambler you probably haven’t heard the term but professional bettors who earn their livelihood from sports betting use the method all the time taking advantage of the variance in odds from the opinions of the diverse number of bookmakers. Even though it sounds as if it is a no risk situation that may not always be the case and there some issues that can cause you to lose.

One key thing to remember when you are seeking out the best sports betting odds is that the best odds and the best sports bookmaker are not necessarily one and the same.
[url=http://www.pulsebet.com]sports bets[/url]
Switching a service located outside of the United States it not hard to do. In fact it is quite easy since there are many quality services to choose from. The most difficult thing that you will need to do is find the one that best suits your needs.

The second group fares a lot worse because, unfortunately for them, the variance in the "value" range will be different for each of them, and it will also vary considerably from bet to bet, making the concept of value mere words (and therefore meaningless). he reality is that the majority of people do not have any means whatsoever of identifying "true" value bets.

Anónimo dijo...

You may not be aware of what banking Internet actually is, and it can be a bit confusing because it has so many names from online banking to PC banking as well as electronic banking and banking online.

With the popularity of the Internet and the power it gives people to take control of their lives, many traditional banks have created banking Internet web pages where customers could transfer money, set up bill payments recurring or otherwise, quickly check items that have cleared, and many other functions that can be accessed 24 hours per day 7 days a week.

Banking Internet options also include virtual banks.

When you utilize banking Internet options you are able to access your account, move money, pay bills, and any number of things from any computer with Internet access worldwide.
[url=http://pcinternetbanking.com]Internet Banking[/url]
Historically banks were institutions that held your money under lock and key.

Traditional banks have monitored the popularity and growth of the internet, and realising customers wanted greater control of their affairs, have created their own internet banking web sites.

The purest form on online banking is the virtual bank, where the only place they exist is in cyberspace.
[url=http://pcinternetbanking.com]Internet Banking[/url]
Internet banking has revolutionalized banking with immediate global access to your bank accounts using a secure internet connection.